domingo, 28 de diciembre de 2008

Bailemos al descompás

Tic, tac. Silencio, y así pasa la vida. Uno, dos, marchando hacia el infinito. ¿Volveremos? ¿Seremos?. Quiero estar acá, en este montículo de nada, en este tiempo que inventamos para no sentirnos tan desorientados.
Creamos y creamos preocupaciones para darnos sentido, para tener un lugar al que correr. Somos quienes hacemos y deshacemos esta farsa, le ponemos color o la pintamos de gris. Vamos, venimos, y sin pensarlo, sin saberlo, nos vamos de nuevo.
Tal vez la explicación sea muy simple, pero no la sé ni la busco. No busco ser, solo soy. No busco entenderte, pero acá estoy. Corro, si, pero no con dolor. A diferencia de las agujas del reloj, solo corro por correr, por querer ver, verte.
Nos escondemos para encontrarnos, porque nadie nos busca. Sabemos que estamos solos, ¿lo enfrentamos o lo disimulamos riéndonos del cotillón?. Bailemos solos, bailemos tristes. ¿Bailás? ¿Sos?
Dejame entrever el silencio de las horas que nos abanican. Dejame verte agonizando, no quiero ver las fotos en las que estás sonriendo. No quiero creer en el tiempo, en el segundo que nos perdimos. No quiero tener un destino cierto, ni caminar mediocremente por el camino que nos preparan. Dejame caminar al costado del mundo. Quiero ir con vos, al descompás.
Micaela
26-12-08

jueves, 25 de diciembre de 2008

Respiremos

En silencio respiramos, una vez tras otra, sin pensarlo. Humildemente amamos, nos sentimos, somos. Sentimos y nos agobiamos a cada instante, pero seguimos, miramos, crecemos. Y caemos, siempre caemos, no importa cuanto nos aferremos. Pero está bien, nos levantamos… si queremos.
Micaela.
16-12-08

lunes, 15 de diciembre de 2008

Simplemente somos

Somos los olvidados que venimos a guardarnos este presente en el bolsillo para alardear sobre él el año que viene. Somos los resignados que venimos a intentar una vez más para caer, pero hacer ruido esta vez.
Somos el tumulto de la noche de verano; los sueños de los que no saben soñar. Somos la acumulación de frases premeditadas que nos incrustan en la mente al nacer. Somos cenizas de nuestras pasiones que olvidamos. Somos silencio y soledad, todo el tiempo.
Somos lo que no creemos ser, lo que no queremos; lo que nos asusta, lo que nos encanta.
Somos, y simplemente somos, tristes humanos.
Micaela.-
16-12-2008

domingo, 7 de diciembre de 2008

Lo sé

Casi respiro sin aliento al observarte bailar bajo la luna. Tu mirada, y miles de flores y estrellas adornando tu sonrisa. Espérame, te sigo, y te digo que no puede ser, que algo anda mal.
El camino no es mío, y lo se, pero igual te sigo. Te busco y me entierro en el deseo. Tus ojos me miran sin mirarme y muero por decirte esas palabras al oído, esas que pronuncio en soledad.
A donde vayas, ahí estoy. Soy tu sombra clara que te protege sin querer. Soy el silencio de tus noches tristes y el refugio para que escapes de la lluvia.
Compulsiva enfermedad que delata mi terror a verte partir. Soy rara, lo sé. Estoy loca, dirán; ellos sabrán. Pero te escucho en el aire, tomo tu mano aunque no estés.
Las calles son cómplices de mis fugas hacia miles de paraísos. Y si, estás en todos. Caigo y casi muero, pero acá estoy. Eternamente estoy, aunque jamás estaré. Lo sabes y lo sé. ¿Dejaremos de saberlo para empezar a entenderlo alguna vez?

07.12.08

lunes, 24 de noviembre de 2008

Algo se rompió o se está por romper. Ya tu sonrisa no es como la de ayer, y tus palabras se azotan contra el muro que creció de la nada en el medio. Todo pasó fugazmente, y me pregunto como fue; si fue por soltar tu mano, o aferrarme demasiado a ella.
Quisiera bombardear con abrazos esa medianera cruel, pero mis brazos no superan tus distancias; ni la real, ni la que inventas. El amanecer ya pasó y luego vendrá otro, y los albañiles de la soledad irán fortificando esa casa de miedos, de lejanía entre lo que fuimos y lo que somos.
No quiero despertarme un día y encontrarme falta de tus palabras. No quiero despertarme un día y saber que no vas a contestar mis llamados desesperados por un simple gesto de tu parte.
Pero no se luchar, o ya no quiero. No entiendo y no encuentro ese pasadizo secreto que me conduzca de nuevo hacia el pasado de la esencia que escondemos, o queremos esconder.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Derrota

En la colina más alta estoy sentada, esperando el amanecer que parece no llegar nunca. Pasan las horas, pasan los días y los años, pasan los latidos ausentes, pasan las canciones viejas y las fotos gastadas. Pasan las noches y las mañanas, pero no pasa el vacío. No pasa la ausencia.
No me alcanza el tiempo restante para decir lo que quiero decir, aunque ni siquiera lo se. Metáforas milenarias se quedaron en su casillero, sin siquiera intentar moverse. Es la falta de expresión lo que consume este fuego y atenta contra sus cenizas.
Pero, ¿como reaccionar cuando no se enciende la luz esperada? ¿Cuando ya no hay nada que hacer?, ¿cuando ya no hay nada? Ya todos sabemos que estas nuevas brisas de verano no serán lo que eran, no traeran ese alivio para los agobiados, ni la esperanza para los desperanzados.
Que larga es la paciencia de los desesperados cuando esperan... Que triste es el consuelo de los resignados, y que larga la noche sin estrellas. ¿Que paciencia se puede tener siendo una resignada mirando un cielo vacío?
Las horas pasan tan lentas, o tan rápidas, que ya no puedo llevarlas conmigo. No se si es porque pesan mucho, o porque no significan nada. Es que ya nada significa nada cuando no hay razón para significar, para ser.
Si tan solo alguien me enseñara la receta para vivir en paz, y ya no pudiera arrepentirme.. Si tan solo me arrepintiera por no saberlo, y no por mis actos erroneos sabiendo lo que acabo de cometer.
Es tan dulce la derrota cuando ya no hay nada que perder, y tan amarga la victoria cuando llega el momento de caer. Tantas veces cerre los ojos esperando poder ver, ¿pero de que sirve? ¿De que sirve ver sin ver? ¿Ser sin ser? ¿Esperar, aun sabiendo que vamos a perder?

martes, 4 de noviembre de 2008

Sombra entre las sombras

Te sueño en colores entre tanta tempestad, pero nunca mis lágrimas fueron tan saladas. Corro entre los abismos de tus desgracias y tus miedos, intentando alejarlos, porque aunque no me los reveles creo conocerte sin saber cómo ni por qué. Me entierro entre tus deseos intentando ser parte de ellos y me camuflo entre tu sed para beber de tu mar, pero nada me sirve, nada me calma.
Soledades concurridas que se transforman en un equipaje muy pesado, pero seguimos adelante y paralelamente sin tocarnos. Pero en el fondo yo se que tu alma es la mía, aunque la cárcel de la piel social asesine brutalmente nuestros sueños.
Algún día dejaré de observarte desde la oscuridad para atreverme a secuestrarte y retenerte en mi cárcel de luces y melodías que te construí para nunca dejarte salir. Tu sangre será la mía y reclutaremos un ejército de colores para que nos amparen en esta lucha fría contra la desgracia marginal.
Siéntate al lado mío para desgarrarme el corazón y dáselo de comer a tu ego, es todo tuyo; toma mis manos y toca una canción para mi muerte, pero ni siquiera así lograrás escaparte de esto que te persigue, que no soy yo sino lo que sientes. Soy el reflejo de tus dudas y tus conflictos, tus antojos de ver desfilar antorchas por la calle de tu agonía y así sentirte en paz.
Pero sólo yo te veo como realmente sos, a pesar de tantas máscaras y trapos que te revisten para que todos se alejen. Soy yo quien se acerca en la noche a cantarte un beso desde algún lugar imaginario. Y también soy quien no te nombra, pero te escribe aunque ni vos ni nadie sepa que esto es tuyo, que todo sería tuyo si te dieras cuenta.
Los finales felices no existen por el simple hecho de ser finales, pero más tristes son las cosas que nunca empiezan, que nunca surgen por no animarse a surgir; las cosas que nos callamos por no animarnos a cantar, a escribir una poesía, a gritarle al mundo entero todo el dolor y felicidad que cargamos.
Y acá estoy, callada en la noche, acechando, esperando el momento para arrancarte la piel y meterme dentro tuyo. Para decirte que nada existe si no lo tocas, si no es digno de tu interés. Para decirte que no existo si no me ves.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Cabos sueltos


Una mano se acerca tan lentamente que su ayuda ya es innecesaria, y mi mirada se aleja tan fugazmente como sus palabras intentan acercarse. El primer rayo de sol borró mi inspiración… Esa inspiración de las noches de verano que llega como un ave a morir en tu ventana. Pero la larga noche intentó hacerme reaccionar. Intentó explicarme que no todo es lo que parece, y que a veces la oscuridad nos permite ver más cosas de las que imaginamos.
El silencio tan revelador me contó secretos de viejas pasiones de viejas personas que serán olvidados como todas las cosas viejas se olvidan, salvo aquel Dios. Pero si la humanidad avanza tan rápido como siempre, reteniendo toda la furia que provoca la serenidad de aquel que ignoramos, por qué el tiempo entonces avanza tan lento y rápido a la vez?
Mi vida monótona intentó ocupar más matices pero se internó en la opacidad de un negro tan profundo y misterioso como el fondo de un mar imaginario. Tormentas arrebatando vidas como el ruido de una bala cortando la quietud de una noche tan inmensa como el amor que alguna vez sentí y al que ahora me niego por inercia aunque mis pensamientos o sentimientos no coincidan con el ritmo de vida de mi cuerpo que simula indiferencia ante quien más importa.
Un cigarrillo más que se desvanece sin solucionar nada pero sin preocuparme un poco más. El humo no nubla mis problemas y tampoco aclara las soluciones, entonces todo sigue igual, todo sigue su curso sin desviarse. Seguirán un destino? O el destino seguirá nuestros pasos? Somos lo que creemos y nosotros formamos nuestras propias ideas a través de la razón y la experiencia, a pesar de su momentánea falsedad.
Si mi camino tiene que guiarme a algún lado, tal vez yo pueda orientarlo hacia donde yo prefiera, porque mi realidad depende de mis alucinaciones, y de cómo yo pretendo verla. Sin embargo, en este momento prefiero no ver nada más y entregarme a la ilusión de un día no tan extraño, lejos de este mundo tan extraño y de conclusiones tan extrañas que no pretenden atar ningún cabo suelto, sino desatar los que parecen estar atados.


Saltamontes
22/01/07

martes, 14 de octubre de 2008

...

Silencio. Las palabras no sirven en el vacío.
¿Vacío? Un vacío corazón;
un latido comprometedor.
No lo escuches, no importa.

Revelación. Las palabras equivocadas;
una y otra vez.

La misma oración.
Desvela tu imagen en mi sol.
Luz, necesito al fin.

Recoge las cenizas. Pasado.
Hola, te extraño, ¿quién soy?.

Música. La melodía olvidada; el edén de la razón.
¿Razón? Mentira. Restos de una ilusión.
Palabras. Tu daga envenenada; desángrame.

Te quiero. No puedo. Basta.
Correr. Escapar del alma.
¿Existe?. La siento; duele.

Volver. Una y otra vez.
¿Lo ves?. Necesito ser.
Dame luna. Justifícame.

Rayo dorado de amanecer; efímero.
Silencio. Nuevamente.
¿Nuevo?. Jamás.
Pasado; alimento del alma.
Perdición.

Saltamontes - 22/06/08

domingo, 12 de octubre de 2008

Independencia

Empezaba el mes de julio cuando te conocí por tercera vez. Es que siempre tienes algo nuevo para dar.
Me recorrías con tu risa y acechabas mis ojos, pero me daba cuenta. No podía escapar (ni quería hacerlo).
Tu ambigüedad me desconcertó, admito. Esa profundidad superficial me lleva a delirar. Sueños comienzan a hacerse claros, y ya es demasiado tarde para volver atrás.

Saltamontes - 17/08/08

viernes, 3 de octubre de 2008

Silencio y Soledad

A veces el silencio y la soledad resumen una vida frustrada. El silencio de mirar hacia el pasado y solo escuchar tu propia voz emitir sonidos qe nadie se dignó a oír. La soledad de no haber cautivado a nadie, ni de haber abierto tu mente para ser cautivado por esa fuerza de las palabras qe se dicen sin pensar.
Una nube en tu ojo qe desencadena la visión borrosa de su nombre… Y el reloj asesinando cada miserable segundo mágico, como petrificando la primavera más fría.
Tu mansión subterránea se derribó a su paso sin dudarlo, y los ladrillos de lo qe alguna vez fue un alma permanecieron inutilizables, destruidos por todas esas palabras qe alguna vez intentamos decir pero el pudor puede más qe la voluntad y esperanza de significar algo.
Ahora, los vestigios de lo qe alguna vez fue un pueblo fantasma, que ya sólo es un recuerdo de nada, inalterable.
Tus dudas en un círculo vicioso planificando el deceso de cada amanecer, negándose a abrir los ojos y autosatisfacerse, corrompidas por los pensamientos qe se embriagan y se transforman en simples sospechas qe olvidaron su fundamento, su razón de ser.
El camino está cada vez más oscuro y corroído, y no hay nada para esclarecer lo qe así se dio.
En un suspiro antagónico al aire, en la perfecta fusión de tus emblemas, otro triste amanecer desgarrando las ideas qe surgen solamente cuando el sueño huye, y una vez más, esas agujas irreales clavándose en tu piel.
Saltamontes - 31/01/2006

miércoles, 1 de octubre de 2008

Olvídame

Olvídame, porque no vale la pena recordar lo que ya no es. Quién yo fui, murió en la puerta de tu edén, sin compasión y en aterrador silencio.
Quién seré ahora, es todavía un misterio, pero sé que no me querrás conocer. Por eso, olvídame y déjame volver a nacer, libre de culpas, y libre de frágiles e inútiles memorias.
Olvídame, pero no dejes de juzgarme. No dejes que caiga en la indiferencia. Persigue a este alguien nuevo como perseguiste entonces a mi antiguo ser. Engáñame y asesina mi espíritu una vez más. Y así, renaciendo y aprendiendo, igualaré tu lastimosa perfección.

Saltamontes - 22/01/2007

lunes, 29 de septiembre de 2008

Irrealidades

Abemolar las más tristes melodías
Y transformarlas en un abismo de sueños rotos
Donde el más pobre abnega su insignificante tesoro
De recuerdos

Disimular mi beodez
Para parecerme más a vos
Mi alma desustanciada te aclama
A cada hora

Pernoctar sobre una nube
Junto al delirio de los dioses en un cielo heptacordo
Poetizar el pensamiento más oscuro
Y reír

Héroe ficticio de cuento de hadas
Vigila mis imágenes más profundas
Y establece estos versos como son:
Irreales.



Saltamontes - 05/12/2006