viernes, 21 de agosto de 2009

"Gott ist tot".

Pimienta en la sangre, para no perder la costumbre. ¿Cómo huele el alma muerta? ¿Cómo logra revivir? Reyes en sus tronos, las coronas en el piso, el sabor amargo del seguir desnudos hasta el fin.
Calla el alba para escuchar los sollozos. Los carceleros se conmueven al dar los golpes reglamentarios. Algo anda mal; alguien se atreve a sonreír. ¿Será la primavera capaz de tragarse todo el averno?
Este paso es decisivo. Son centímetros grabados de libertad. Es el sendero hacia lo perdido. Suenan las cadenas contra el asfalto; se escuchan chapotear pies en la sangre azul. ¿Quién ha muerto? Algo anda mal; se percibe el miedo.
Un rayo de luz avanza y rompe todo a su paso. Caen las torres y los alfiles, los usureros del alma y los arrebatadores de sueños. El suelo tiembla y exige piedad. ¿Qué nos dirá el diccionario?
Dios se estrella contra el piso y lo escupen. ¿A quién le importa su perdón? Los muertos cabalgan hacia el sol; quieren ser sin recelos. La comunidad se reúne para verlos perderse en el tiempo. Tal vez así descubran la verdad.

lunes, 10 de agosto de 2009

Eclissi

Te tengo enfrente, tu voz entre mis manos, y sin embargo mi alma se disgrega en el tiempo, buscando recuerdos de tus otras caras y tus otros sueños.
Ya jamás he de congregar mis añoranzas en tus ojos; no puedo mirarte. El eclipse se acerca con cautela, pero se percibe en el aire. Las cenizas ya empañan las pupilas. Pronto tendremos la oscuridad precisa para disimular.

domingo, 2 de agosto de 2009

Quisiera llegar más allá. Las murallas que me empeño en derribar crecen a cada golpe. Ya no sé qué intentar. Me encuentro vacía de soluciones en un arca de sueños que combaten el desamor que intenta filtrarse. A veces me vuelvo incorpórea y floto hasta el abrazo; a veces me suicido sin piedad, una y otra vez, ayer y mañana.
Me gustaría pensar que detrás del hueco en tu pecho hay algo que late. Pero ya no puedo pensar más; no puedo llorar más. Nunca puedo ir más allá de mí, y quiero que te sumerjas en mi alma y decir que tengo a alguien en algún lugar.
Vivo sonriendo y hablando. Tal vez hablo demasiado. Y tal vez no tengo nada para decir. Pero soy yo, soy un ser humano. Debería importar; debería significar algo. Hay una gran distancia entre el deber ser y el ser. Sólo se unen en la ficción, y alcanza el viento para separarlos.
Quisiera ser un pedazo de tu sombra, o tu silencio, o algo que no sea tan frágil como ser un pedazo corpuscular de un recuerdo entre otros miles. Pero estoy condenada a ir y venir entre lo mismo, revolviendo colores en silencio, derramando lágrimas en las palabras que repican en el torbellino de carencias que sacuden las soledades.
Tal vez algún día te irás. Pero, ¿cómo hará para marcharse tu voz? No se irá mientras yo no me vaya, y sólo soy un recuerdo. Los recuerdos no se van; yo no me voy; tu voz no se irá; vos… ¿Vos?