martes, 13 de diciembre de 2011

¿Se romperá el caparazón?
La primavera a mis pies,
el mundo llamándome,
la sombra perfecta.
Armaduras, muros, corazas,
hechos de palabras y silencios
(o quizás sean lo mismo).

Se arrastra el tiempo debajo de mis pies,
se arrastra y me suplica.
Fulgura su llanto entre tanta certeza.
Se arrodilla y me pregunta
¿cuánto falta, por favor, cuánto falta?
El tiempo quiere llegar.
Yo quiero ver la noche.

Libros, números, paroles, estrellas,
alcohol, intriga, humo, guitarras,
pero nada alcanza.
Lo que espero no se puede nombrar.
Está detrás de la luna.
Está afuera del caparazón.
Está al alcance de la mano.

Me quiero ir, anhelo el adiós.
Que la armadura se oxide,
que el crepúsculo deje de importarme,
que la noche me deje libre.
No quiero mirarte de nuevo a los ojos,
ni verme en ellos,
ni saber quién soy.

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