jueves, 27 de octubre de 2011

Oscurece, entra la noche por los poros, fluye, se adentra, se adueña, se arremolina en mí. Yo bebo la noche mientras la noche me bebe.
El compás de las sombras que se deslizan por las calles marca mi tiempo. No puedo salir, no puedo mostrarme, no puedo dejar de ser esto que la piel delimita y define.
Se eclipsa el instante tras las palabras. Emerge la necesidad de vida entre tanta muerte. Yo no quiero morirme de tanta muerte.
Pernoctarán los infames y traerán consigo la eternidad. Vendrá la vida a matarnos y nos dejará desnudos, y por fin la sangre dirá algo, y por fin el verbo será libre para que la noche sea noche sin necesidad de nombrarla.

2 comentarios:

antonelana dijo...

el final es terrible, sos una genia.

Saltamontes dijo...

Vos sos una genia.